En un mundo donde los niños admiran a superhéroes con capas y escudos, la historia de Declan McCombs resuena como un poderoso recordatorio de que los héroes, la fuerza y la alegría pueden encontrarse en los lugares más inesperados. Declan fue un valiente niño que luchó contra un cáncer cerebral terminal, y su ídolo no era otro que Jason Voorhees, el icónico personaje de la saga de terror Viernes 13.
La historia de Declan se hizo viral y tocó el corazón de miles de personas en todo el mundo, no solo por su dura batalla contra la enfermedad, sino por la forma tan única en que encontró la felicidad. Su pasión por el villano de la máscara de hockey se convirtió en una fuente de fortaleza para él y en una lección de empatía para todos los que conocieron su caso.
¿Quién fue Declan McCombs?
Declan McCombs fue un niño diagnosticado con un glioma pontino intrínseco difuso (DIPG), una forma de cáncer cerebral muy agresiva y sin cura. A pesar de su diagnóstico y de los difíciles tratamientos, su espíritu se mantuvo increíblemente fuerte, en gran parte gracias a su amor por las películas de terror y su personaje favorito.
Para Declan, Jason Voorhees no era un monstruo que causara miedo, sino una figura que le generaba emoción, alegría y una extraña forma de consuelo. Su madre compartió en varias ocasiones que en su casa “era Halloween todos los días” y que los juguetes preferidos de su hijo eran su máscara de Jason y sus figuras de acción.
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El héroe inesperado; la visita de Jason Voorhees
El momento más mágico y conmovedor de la vida de Declan llegó cuando su familia y la comunidad se unieron para cumplir su mayor sueño. Sabiendo de su amor incondicional por el personaje, organizaron una visita sorpresa que se convertiría en un fenómeno viral.
Una persona disfrazada con el atuendo completo de Jason Voorhees, incluyendo su máscara y su machete de utilería, fue a visitarlo. Lejos de sentir el más mínimo temor, la reacción de Declan fue de pura y absoluta felicidad. Las imágenes de ese día muestran al pequeño corriendo a abrazar a su ídolo, lleno de una energía que conmovió a todos. Esa visita le dio un impulso anímico invaluable durante su lucha.
Declan encontró la alegría en lo inusual
Lamentablemente, Declan falleció en noviembre de 2020 a la edad de 5 años. Sin embargo, su historia dejó un legado imborrable. Nos enseñó que la felicidad y la valentía no tienen un molde único y que es fundamental respetar y apoyar las pasiones de cada niño, sin importar cuán atípicas puedan parecer.
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La historia de Declan y Jason no es una historia de terror, sino una de amor incondicional, de una comunidad que se une para hacer feliz a un niño y de un pequeño guerrero que nos recordó que un héroe es, simplemente, aquello que te da la fuerza para seguir luchando.
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