La leyenda urbana de Cropsey comenzó como una historia para asustar a los niños en Staten Island, Nueva York, pero con el tiempo se llenó de hechos reales que la hicieron aún más inquietante. Lo que empezó como un cuento contado en campamentos, con un hombre supuestamente escapado de un asilo mental, se convirtió en algo mucho más oscuro.
La figura real: Andre Rand
Andre Rand es el hombre vinculado con la leyenda. Exconserje en la Escuela Willowbrook, institución para niños con discapacidades intelectuales, trabajó ahí en los años 60.
Fue condenado por secuestrar a Jennifer Schweiger, una niña de 12 años con síndrome de Down, en 1987. Aunque se le han atribuido otros casos de desapariciones infantiles, esos cargos nunca han sido probados más allá de la sospecha.
De cuento de terror a realidad
El documental Cropsey (2009) reúne testimonios, archivos y relatos folklóricos para mostrar cómo la leyenda influyó en miedo real, en especulaciones y en una comunidad marcada por la desaparición de niños entre los años 70 y 80.
Versiones del mito hablaban de un hombre con gancho en la mano, que merodeaba entre túneles abandonados del hospital Willowbrook o escondido en el bosque cercano, siempre acechando a niños que se aventuraran demasiado lejos.
¿Por qué la leyenda de Cropsey sigue dándonos miedo?
- Porque la línea entre mito y verdad se difuminó: casos reales de desapariciones parecían alimentar la leyenda.
- Porque Cropsey no solo es un cuento de terror: es un reflejo del miedo que sentimos cuando los monstruos no tienen que ser sobrenaturales para ser terroríficos.
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