En Torreón, Coahuila, el pan de muerto se consolida como una parte fundamental de la celebración del Día de Muertos, siendo un postre esperado anualmente por los laguneros para compartir y colocar en sus ofrendas.
Moisés, panadero local, describe la elaboración como un proceso sencillo que toma de una hora a hora y media, dependiendo del tamaño, y que requiere ingredientes básicos como huevo, azúcar, mantequilla, levadura y harina, además de “todas las ganas y el amor”.
Detalla que, tras el horneado, el pan se unta con mantequilla y se espolvorea con azúcar. Aunque Moisés señala que han surgido innovaciones como los rellenos, las cuales considera “válidas”, reitera que la receta tradicional es la que lleva únicamente mantequilla y azúcar de colores.
El Altar de Muertos: Vínculo vivo con las tradiciones nacionales








