El caso de Barbara Daly Baekeland es uno de los dramas sociales y crímenes más oscuros de la alta sociedad del siglo XX. Esta socialité estadounidense, casada con George Baekeland (nieto del inventor del baquelita, Leo Baekeland), fue el centro de una tragedia marcada por la disfunción, la obsesión y un final fatal en 1972.
La historia de la familia Baekeland es un retrato de la decadencia de la riqueza, la inestabilidad emocional y una relación madre-hijo que superó todos los límites.
Un Hijo Problemático y una Relación Obsesiva
Barbara y George tuvieron un único hijo, Antony “Tony” Baekeland. Desde su nacimiento, Tony fue el foco de una intensa y, a menudo, destructiva atención por parte de su madre. La inestabilidad de la familia, con constantes viajes y el fracaso de las ambiciones sociales y literarias de Barbara, afectó profundamente a Tony.
Tony, que luchaba con su propia salud mental y homosexualidad, se convirtió en la obsesión principal de Barbara, especialmente después de que George se divorciara de ella. Barbara temía que su hijo nunca se adaptara a la vida social, y su obsesión por “curarlo” la llevó a cruzar una línea imperdonable.
El Acto Desesperado de “Curación”
El perturbador clímax de esta disfunción familiar fue la revelación de que Barbara, en un intento desesperado por “enderezar” y “curar” la homosexualidad de Tony (una idea propia de una época con escasa comprensión de la salud mental), inició una relación incestuosa con su propio hijo.
Este acto fue el último y más oscuro intento de Barbara por mantener a su hijo atado a ella. Aunque Tony se sintió inicialmente confundido y abrumado, logró alejarse de su madre por un tiempo, buscando tratamiento psiquiátrico y distanciándose de la dinámica familiar tóxica.
La Noche de 1972: El Asesinato Final
La tragedia culminó el 17 de noviembre de 1972 en el apartamento de Barbara en Chelsea, Londres. Tony, en un estado de profunda inestabilidad y desesperación, regresó al apartamento.
En un arrebato de locura y furia, Tony apuñaló a su madre, Barbara Daly Baekeland, causándole la muerte.
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Consecuencias: Tony fue arrestado de inmediato por el crimen. Fue diagnosticado con esquizofrenia y enviado a una institución psiquiátrica. Años más tarde, después de ser liberado de un hospital psiquiátrico en 1980, Tony se suicidó.
La historia de la familia Baekeland, con su riqueza, decadencia y el crimen final, fue inmortalizada en el libro de crímenes reales Savage Grace (1985) de Natalie Robins y Steven M. L. Aronson, y posteriormente adaptada a la gran pantalla en 2007.
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