Una práctica ancestral conocida como geofagia, o el acto de comer tierra y arcilla, ha resurgido como una alarmante tendencia de “bienestar” en plataformas como TikTok. Promocionada por algunos influencers como un método de “desintoxicación” natural para eliminar toxinas y aportar minerales al cuerpo, la realidad es que comer barro representa un grave peligro para la salud.
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¿Por qué se ha vuelto popular comer barro?
La tendencia se apoya en la idea de que consumir arcillas específicas, como la bentonita o el caolín, puede “limpiar” el sistema digestivo y eliminar metales pesados. Históricamente, la geofagia ha sido documentada en algunas culturas, a menudo asociada al embarazo o a rituales espirituales.
Sin embargo, los productos que se venden en línea para este propósito carecen de regulación sanitaria y las afirmaciones sobre sus beneficios no están respaldadas por evidencia científica sólida. Además, el deseo compulsivo de comer sustancias no nutritivas puede ser un síntoma de un trastorno alimentario conocido como pica, que requiere atención médica.
Los graves riesgos para la salud al comer barro
Médicos y expertos en nutrición advierten que comer barro, sin importar su origen, expone al cuerpo a múltiples peligros que superan con creces cualquier supuesto beneficio.
- Intoxicación por metales pesados y toxinas: La arcilla, al ser un producto natural del suelo, puede estar contaminada con altos niveles de metales pesados como arsénico, plomo y mercurio. Estas sustancias son neurotóxicas y pueden causar daños permanentes en el cerebro y otros órganos. También puede contener pesticidas y otros químicos peligrosos.
- Infecciones por parásitos y bacterias: La tierra no es estéril. Puede albergar huevos de parásitos (lombrices), bacterias peligrosas como Clostridium tetani (que causa el tétanos) y otros patógenos que pueden provocar infecciones gastrointestinales severas.
- Obstrucción intestinal: El barro es pesado y difícil de digerir. Su consumo puede llevar a un estreñimiento severo y, en el peor de los casos, a una obstrucción intestinal, una emergencia médica que puede requerir cirugía para ser resuelta.
- Daño dental: La naturaleza abrasiva de la tierra puede desgastar y dañar permanentemente el esmalte de los dientes.
- Deficiencias nutricionales: Contrario a la creencia de que aporta minerales, la arcilla puede tener el efecto opuesto. Puede adherirse a nutrientes esenciales como el hierro, el zinc y el potasio en el tracto digestivo, impidiendo su absorción y provocando anemia y otras deficiencias nutricionales graves.
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