Aunque hoy el sol y el desierto definen el paisaje de La Comarca Lagunera, hace millones de años la historia era muy diferente. Según estudios geológicos, esta región (que abarca zonas de Coahuila y Durango) estuvo una vez cubierta por las aguas del Mar de Tetis, un antiguo océano que existió durante la era Mesozoica.

El Mar de Tetis: el océano perdido del pasado

El Mar de Tetis fue un vasto cuerpo de agua que se extendía entre los continentes de Gondwana y Laurasia, antes de que el movimiento de las placas tectónicas diera forma al mundo como lo conocemos hoy. Este mar cubría grandes extensiones del norte de México, incluyendo lo que actualmente es la Comarca Lagunera.

Con el paso de millones de años, los movimientos tectónicos comenzaron a elevar el terreno, haciendo que el antiguo fondo marino emergiera. Así, las zonas que antes eran marinas se transformaron en valles, planicies y desiertos, mientras que los sedimentos marinos dieron origen a formaciones rocosas y fósiles que hoy los científicos estudian con fascinación.

Los rastros del Mar de Tetis aún pueden verse en la composición del suelo y en los fósiles marinos hallados en distintas partes del norte de México. Sin embargo, se sabe que una franja del este de Chihuahua y el noreste de Durango permaneció fuera del agua, siendo de las pocas áreas que no fueron sumergidas por el antiguo mar.

¿Un legado bajo nuestros pies?

Cada roca, fósil y sedimento de la Comarca cuenta una historia milenaria: la de un mar desaparecido que una vez cubrió esta tierra árida. Así, la teoría del Mar de Tetis no solo explica la evolución del paisaje lagunero, sino que nos conecta con una era donde la región fue parte de un océano primigenio que dio forma a la vida y la geografía del planeta.

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