Para la creciente comunidad de cosplayers en Torreón, vestirse como sus personajes de anime, videojuegos o películas es mucho más que un simple pasatiempo; es una práctica artística que les permite expresar su creatividad.

En esta escena conviven entusiastas que iniciaron hace meses y veteranos con más de cinco años, como la cosplayer Liz Marce Witch, quien transformó su hobby de adolescente en su “trabajo perfecto”.

A pesar de los desafíos, como la considerable inversión económica que puede ir de los $1,200 hasta los $6,000 pesos por traje, o superar prejuicios, como lo relata la cosplayer Purple Lotus al vencer su miedo a las críticas por su tono de piel, la pasión es el motor principal.

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Al final, todos coinciden en que la satisfacción de ver su detallado trabajo terminado y el reconocimiento del público hacen que cada esfuerzo valga la pena.

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