El nombre de Las Poquianchis sigue generando escalofríos en la historia criminal de México. Se trata de Delfina y María de Jesús González, dos hermanas que en la década de los años 60 fueron acusadas de liderar una red de trata de mujeres, explotación sexual y asesinatos en Guanajuato y Jalisco.
Según los reportes de la época, habrían sido responsables de la muerte de más de 90 mujeres jóvenes, aunque algunos testimonios elevaron la cifra hasta 150.
¿Quiénes fueron Las Poquianchis?
Las hermanas González operaban prostíbulos clandestinos y captaban a mujeres con falsas promesas de trabajo. Muchas eran engañadas y, una vez bajo su control, sufrían maltratos, abusos y violencia extrema.
La historia llegó a la luz pública en 1964, cuando la prensa mexicana las bautizó como “Las Poquianchis”, un apodo que terminó siendo más conocido que sus nombres reales.
¿Realidad o un invento de la prensa?
Aunque la magnitud de los crímenes quedó registrada en expedientes judiciales y testimonios de sobrevivientes, varios especialistas han cuestionado con el tiempo la forma en que los medios construyeron la leyenda de Las Poquianchis.
Para algunos historiadores, la prensa sensacionalista de los años 60 amplificó y distorsionó los hechos, generando un relato que mezclaba realidad con morbo para impactar a la opinión pública.
Lo cierto es que las hermanas fueron detenidas, juzgadas y condenadas en 1964, recibiendo sentencias de 40 años de prisión cada una. Delfina murió en la cárcel en 1968, mientras que María de Jesús salió libre en 1998.
El mito detrás de la historia
El caso de Las Poquianchis ha inspirado películas, libros y series que refuerzan la pregunta: ¿fueron realmente responsables de una de las peores masacres en la historia de México, o su leyenda fue producto del amarillismo mediático?
A día de hoy, Las Poquianchis siguen siendo un símbolo oscuro de la criminalidad en México y un recordatorio de cómo los medios pueden moldear la percepción pública de los crímenes.
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