El instinto y la intuición de una dueña desesperada por la desaparición de su gato se combinaron en una estrategia tan inusual como conmovedora, cuyo resultado sorprendió a muchos. Ante la ausencia de su querida mascota, una mujer tomó una foto del felino y se dirigió a los gatos callejeros de su vecindario.
Con la esperanza de que existiera algún tipo de comunicación felina o que al menos los gatos la escucharan, les mostró la imagen y les pidió que, si lo veían, le dijeran a su gato que su dueña estaba preocupada y que regresara a casa.
Lo que parecía un acto de desesperación se convirtió en un pequeño milagro: poco después de la ‘misión’, el gato desaparecido apareció de repente, sano y salvo.
Aunque el incidente de la mujer es anecdótico, los gatos son animales territoriales y utilizan el olfato (feromonas y marcas de olor) y señales visuales y vocales para comunicarse entre sí y con otros animales dentro de su territorio. Es altamente probable que los gatos callejeros, al ser más conscientes de los límites y los residentes del vecindario, se crucen con gatos domésticos perdidos. Por lo tanto, aunque no hay una “conversación” directa, los gatos poseen redes de información olfativa sobre los individuos que pasan por su territorio.
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