Comerciantes del Centro de Gómez Palacio están enfrentando una serie de amenazas y presiones mediante llamadas telefónicas atribuidas a presuntos grupos delictivos. Los mensajes, enviados con un tono intimidatorio, forman parte de lo que muchos negocios aseguran vivir diariamente: un intento de controlar la zona a través del cobro de piso.
En uno de los audios difundidos por los afectados, se escucha cómo un hombre lanza advertencias y asegura tener presencia en el municipio. Las frases buscan sembrar temor y obligar a los comerciantes a pagar.
“Mira, compa… si lo que quieres es ponerme trucos y trampas, p** te voy a ver personalmente allá… Lo veo allá personalmente en su domicilio… Ahorita le voy a mandar la ubicación en tiempo real para que veas dónde está mi gente”, se escucha en una de las grabaciones.
En otro audio, quien llama se identifica como integrante de un grupo criminal y menciona de forma directa la exigencia de una cuota.
“Estoy pasando a visitarlos local por local… Se les va a brindar apoyo y respeto, compadre… Simplemente se les requiere un apoyo por única vez por los seis años que voy a estar trabajando”.
“Usted dígame si podemos llegar a un acuerdo tranquilamente o hay que llegar a un acuerdo de diferente manera”, concluye el mensaje, dejando clara la presión hacia los comerciantes.
El miedo paraliza las denuncias
Pese a que varios establecimientos han recibido amenazas similares, la mayoría decide no acudir a las autoridades. El temor a represalias y la incertidumbre sobre la capacidad de respuesta institucional provoca que estos casos permanezcan en silencio.
Los propios afectados reconocen que el miedo ha modificado su rutina, su sensación de seguridad y la manera en que operan sus negocios, afectando no solo las ventas, sino también su salud emocional.
Vicefiscalía: sin denuncias, pero con acercamientos
El vicefiscal de la Región Laguna informó que, oficialmente, no existe ninguna denuncia presentada por estos hechos. Sin embargo, señaló que sí han sostenido acercamientos con comerciantes y sectores empresariales para ofrecer acompañamiento y generar canales de comunicación.
La autoridad insiste en la importancia de denunciar, mientras los afectados aseguran que la realidad en las calles los obliga a optar por el silencio.
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