Para quienes crecieron en la década de los 90, pocos sonidos evocan tanta nostalgia (y al mismo tiempo tanta desesperación) como la banda sonora del videojuego El Rey León. Lanzado en 1994 por Virgin Interactive para consolas como Super Nintendo y Sega Genesis, el título se consolidó rápidamente como un referente de la época: hermoso, fiel a la película y, sobre todo, endemoniadamente difícil.
Hoy, este clásico de plataformas sigue vivo en la memoria colectiva, especialmente entre quienes pasaron horas tratando de superar sus niveles más implacables.
Basado directamente en la exitosa película de Disney, el videojuego presentaba dos etapas claramente diferenciadas: una primera parte protagonizada por un Simba cachorro (con movimientos centrados en saltos, rugidos y rodadas) y una segunda fase donde ya adulto desplegaba ataques más complejos, desde zarpazos hasta ofensivas aéreas.
La progresión era fiel a la historia original, pero la dificultad era cosa aparte.
El nivel que se volvió leyenda: “Quiero ser rey”
Si hay un momento que definió la experiencia de jugadores en todo el mundo, ese fue sin duda el famoso nivel de las jirafas, oficialmente llamado “Can’t Wait to be King”.
Lo que muchos recuerdan con una mezcla de cariño y trauma es el desafío casi absurdo que representaba:
- Saltos entre jirafas y avestruces cuyos movimientos eran impredecibles.
- Momentos que exigían precisión extrema, donde un solo milímetro de error mandaba a Simba de vuelta al inicio.
- Secuencias de agarrarse a colas de monos y rebotar en el aire como si fuera un rompecabezas rítmico.
Esta etapa terminó convirtiéndose en emblema de los juegos difíciles de los 90 y en uno de los recuerdos más compartidos entre fans del título.
Más allá de su dureza, El Rey León destacó por su calidad técnica. Los animadores de Disney colaboraron directamente en la creación de los movimientos de Simba, otorgándole una fluidez inusual para la época.
La banda sonora, inspirada en las composiciones de Elton John y Tim Rice, aportó un tono épico y emotivo que elevó cada etapa.
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