Ejecutiva de la “Kiss Cam” con su jefe casado rompe el silencio por primera vez

Lo que comenzó como una noche de música en Boston terminó por destruir la carrera de una alta ejecutiva y generar un escándalo viral que ha dado la vuelta al mundo. Kristin Cabot, de 53 años, quien se desempeñaba como ejecutiva de recursos humanos, fue captada por la famosa "Kiss Cam" durante un concierto de Coldplay en una actitud sumamente comprometedora con su entonces jefe, Andy Byron, ex director ejecutivo de la empresa Astronomer.

Tras meses de silencio y una ola de críticas en redes sociales, Cabot ha decidido hablar por primera vez para explicar lo sucedido, admitiendo que un par de copas y una "mala decisión" le costaron no solo su empleo, sino su trayectoria profesional completa.

En sus primeras declaraciones públicas, Kristin Cabot fue contundente al admitir su responsabilidad, aunque señaló al consumo de alcohol como un factor determinante. "Tomé una mala decisión, bebí un par de tragos, bailé y actué de manera inapropiada con mi jefe", confesó la exejecutiva. A pesar de la gravedad del asunto, Cabot intentó restarle peso moral a la acción en sí, afirmando que "no es nada malo" en términos de libertad personal, pero reconociendo que el entorno laboral lo hacía inaceptable. Incluso admitió que, en ese momento, sentía que estaba "enamorada" de Byron, aunque insistió en que el alcohol nubló su juicio.

A diferencia de muchos casos similares, la ejecutiva de recursos humanos decidió no luchar por su puesto. "Asumí la responsabilidad y renuncié a mi carrera por ello. Ese es el precio que elegí pagar", declaró. Su salida de Astronomer marcó el fin de una etapa profesional de alto nivel, dejando una lección sobre cómo un solo momento de exposición pública puede desmoronar años de esfuerzo corporativo. Mientras ella dejó la compañía, el foco se mantuvo sobre Andy Byron, quien también dejó su cargo como CEO poco después de que el video de la Kiss Cam se volviera tendencia en plataformas como TikTok y X.

El impacto del video no se limitó a la oficina, sino que llegó hasta los hogares de ambos protagonistas. Kristin Cabot solicitó el divorcio a su esposo el pasado 13 de agosto, apenas semanas después del incidente. Por otro lado, la situación de Andy Byron parece ser distinta; a pesar de la evidencia pública de la infidelidad, fuentes cercanas aseguran que Byron y su esposa Megan siguen casados. Este contraste en los desenlaces familiares ha alimentado aún más la curiosidad del público sobre cómo cada pareja decidió gestionar la humillación pública derivada del concierto en Boston.