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Influencer enfrenta amputación por uso de sustancias peligrosas en bíceps

El influencer Kirill Tereshin, conocido como “Popeye”, enfrenta necrosis y fibrosis tras inyectarse aceite en los brazos. Médicos advierten riesgo de amputación.

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El influencer Kirill Tereshin, conocido como “Popeye”, enfrenta necrosis y fibrosis tras inyectarse aceite en los brazos. Médicos advierten riesgo de amputación.|Redes Sociales

La obsesión por alcanzar un físico extremo ha llevado al influencer ruso Kirill Tereshin, apodado mundialmente como el "Popeye ruso", a una situación de vida o muerte. Según reportes médicos de diciembre de 2025, el joven de 29 años atraviesa una crisis de salud crítica derivada de las inyecciones de una sustancia casera similar al Synthol que utilizó para inflar sus bíceps años atrás. Lo que comenzó como un intento por ganar fama en redes sociales se ha transformado en una pesadilla de necrosis tisular y fibrosis, dejando sus extremidades al borde de la amputación definitiva.

A pesar de haberse sometido a múltiples cirugías reconstructivas para extraer los depósitos de aceite y el tejido muerto, las complicaciones persisten. Los especialistas aseguran que el daño causado por estas sustancias es sistémico e irreversible.

¿Qué es el Synthol y por qué es tan peligroso para el cuerpo humano?

El Synthol es una mezcla de aceite (generalmente triglicéridos de cadena media), alcohol benzílico y lidocaína que se inyecta directamente en el músculo para dar una apariencia de volumen inmediato. A diferencia del ejercicio, esta sustancia no desarrolla fibras musculares, sino que genera una inflamación crónica. Estudios médicos confirman que su uso provoca embolias pulmonares, infartos cerebrales, infecciones supurativas y la formación de quistes de aceite. En el caso de Tereshin, la sustancia se solidificó, bloqueando el flujo sanguíneo y matando el tejido circundante.

¿Cuál es el diagnóstico médico de Kirill Tereshin en diciembre de 2025?

Los últimos informes clínicos señalan que Tereshin sufre de fibrosis severa y necrosis tisular (muerte del tejido). El aceite inyectado ha migrado y se ha incrustado en los músculos reales, haciendo casi imposible su extracción total sin dañar los nervios y vasos sanguíneos. Tras varias intervenciones quirúrgicas fallidas para limpiar sus bíceps, el riesgo de una infección generalizada o sepsis ha llevado a los cirujanos a considerar la amputación de ambos brazos como la única medida para salvar su vida, ya que el tejido muerto actúa como un foco de toxicidad para el resto de su organismo.

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