En un hecho que parece extraído de un cuento decembrino, una perrita sin hogar conmovió a una comunidad en Colombia al elegir un pesebre como el lugar ideal para traer al mundo a sus siete cachorritos. Buscando desesperadamente calor y protección frente al frío de la calle, la perrita entró sigilosamente al montaje navideño, acomodándose sobre el lecho de paja entre figuras religiosas y luces.
Allí, en la quietud de la noche, nacieron siete pequeñas vidas que transformaron un símbolo decorativo en un refugio real. Lo que comenzó como una sorpresa inesperada terminó convirtiéndose en una poderosa lección de compasión y solidaridad ciudadana.
¿Cómo reaccionó la comunidad ante la presencia de la perrita en el pesebre?
La llegada de la nueva familia perruna provocó reacciones divididas. Mientras muchos vecinos se enternecieron al ver a la madre protegiendo a sus crías entre las figuras de Belén, otros mostraron su indignación bajo el argumento de que era una “falta de respeto” y que ese no era lugar para un animal.
Sin embargo, ante el peligro inminente que representa la pólvoraen estas festividades, la mayoría de la comunidad decidió dejar de lado las críticas y actuar con humanidad. Los vecinos se organizaron rápidamente para llevarle agua, alimento y cobijas, asegurándose de que la madre estuviera cómoda.
¿Qué organización se encargó de poner a salvo a los animales?
Para garantizar una atención profesional, los ciudadanos contactaron a la Fundación SOS Palenque, la cual, en una colaboración internacional que destaca la labor de rescatistas (incluyendo su vínculo con Chiapas), acudió al llamado para evaluar el estado de salud de la familia. Los voluntarios confirmaron que los siete bebés y la madre se encuentran estables.
La fundación se encargó de trasladarlos a un refugio seguro, donde están recibiendo los cuidados médicos necesarios y una alimentación adecuada, lejos de los ruidos estresantes de las celebraciones urbanas.
¿Cuál es el significado de esta “historia de Navidad” para los vecinos?
Para muchos habitantes de la zona, lo ocurrido fue un recordatorio vivo del mensaje original de la Navidad. “En Belén, también una madre buscó refugio para dar a luz”, comentaron algunos vecinos al ver el paralelismo entre la historia bíblica y la situación de la perrita.
Gracias a la sensibilidad de la comunidad y al trabajo de los rescatistas, la historia no terminó en expulsión, sino en una adopción colectiva de responsabilidad. Ahora, la prioridad es encontrar hogares responsables para los siete cachorritos una vez que cumplan el tiempo de lactancia necesario.
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