La muerte de Áine Rose Hurst, una joven de 19 años de Halliwell, Reino Unido, ha reabierto un severo debate sobre los riesgos y el seguimiento médico en la prescripción de anticonceptivos orales. Áine falleció a causa de una trombosis de los senos venosos cerebrales (un coágulo en el cerebro) que fue formalmente asociada al uso de una píldora anticonceptiva combinada que tomaba desde 2020. El caso, investigado en el Juzgado de Instrucción de Bolton, subraya la necesidad de una vigilancia médica estricta, especialmente en pacientes con factores de riesgo.

¿Qué es la trombosis de los senos venosos cerebrales y cómo se relaciona con los anticonceptivos?

La trombosis de los senos venosos cerebrales (TSVC) es una afección infrecuente pero potencialmente mortal que consiste en la formación de un coágulo de sangre en las venas del cerebro. Los anticonceptivos combinados (que contienen estrógeno y progesterona) son conocidos por aumentar, aunque mínimamente, el riesgo de trombosis en ciertas pacientes, especialmente si existen otros factores de riesgo como la hipertensión o antecedentes familiares. La TSVC puede causar una inflamación cerebral severa, como ocurrió con Áine.

¿Cuál fue el antecedente médico que se sospecha fue ignorado en el caso de Áine Rose Hurst?

El dolor de cabeza de Áine, inicialmente confundido con una simple resaca, ocultaba la gravedad de la situación. La familia cuestiona que, en diciembre de 2024, en una revisión de rutina, una enfermera detectó una presión arterial elevada (140/93), un factor de riesgo que suele obligar a suspender los anticonceptivos combinados. A pesar de esta advertencia, un médico posterior le permitió retomar la misma píldora hormonal, lo que la familia considera una negligencia en el seguimiento clínico.

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