Ubicado en el corazón de Lerdo, Durango, el histórico Chalet Gorosave, erigido en 1903 y hoy convertido en museo, resguarda entre sus muros leyendas que desafían toda explicación.
La más famosa es la de “Blanquita”, una muñeca que, según el cronista Baltazar Torres, fue regalada a la niña Guillermina Gorosave y estaría poseída por el espíritu de una bruja, provocando que la pequeña actuara con violencia bajo sus "órdenes”.
Hoy, confinada en una urna de cristal en el sótano, se le atribuyen susurros que ordenan a los visitantes irse. A este misterio se suma la historia de “Felipito”, un joven con esquizofrenia que fue resguardado en el mirador del chalet, donde hoy vecinos aseguran ver una luz encendida por las noches a pesar de que el foco está quebrado, alimentando el misticismo de este icónico lugar de Lerdo, Durango, donde también se reportan apariciones de figuras de época.
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