La seguridad en Coahuila enfrenta una seria crisis, especialmente cuando se trata de proteger a los más vulnerables: los niños. En una semana, se activaron cuatro Alertas Amber en la entidad, reflejo de una realidad alarmante que pone en entredicho la capacidad de respuesta y prevención de las autoridades locales.
El caso más reciente es el de Luis Javier Carrillo Nava, un niño de apenas 4 años, visto por última vez el 7 de junio de 2025. Su desaparición se suma a la de los hermanos Mena Espinoza, de 10, 7 y 3 años, quienes fueron reportados como desaparecidos el 4 de agosto de 2025, cuando se les vio por última vez en compañía de su madre. A la fecha, su paradero continúa siendo desconocido.
Este tipo de alertas sólo se emiten cuando existe un riesgo real para la integridad de los menores y no se conoce su ubicación, lo que vuelve aún más preocupante la frecuencia con la que se están presentando. La pregunta es inevitable: ¿Qué está fallando en el sistema de protección a la infancia en Coahuila?
Más allá del protocolo de búsqueda, es urgente revisar las estrategias de prevención, vigilancia y atención a las familias en situación de vulnerabilidad en el Coahuila de Manolo Jiménez, ya que es importante, especialmente cuando hablamos de niñas y niños que podrían estar en peligro.
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