¿Qué es la última vela de Adviento y cuándo se enciende? Preparación espiritual para la Nochebuena

A medida que nos acercamos al solsticio de invierno y a la Nochebuena, la Corona de Adviento en nuestros hogares y parroquias llega a su momento culminante. Encender la última vela no es simplemente marcar el final de un conteo regresivo; es un acto de preparación espiritual profunda que nos sitúa en el umbral del misterio de la Navidad.

Este domingo, la liturgia nos invita a pasar de la penitencia a la celebración inminente. Pero, ¿cuál es exactamente la "última vela"? ¿Es la cuarta del anillo o la vela blanca central? A continuación, desglosamos el significado teológico y la guía práctica para este momento sagrado en familia.

Para comprender el ritual, es necesario distinguir los dos momentos finales del Adviento. Existe una dualidad en la tradición:

1. La Cuarta Vela (El Cierre del Adviento): Se enciende el domingo previo a la Navidad. Marca el fin del tiempo de espera y preparación.
2. La Quinta Vela (El Cirio de Cristo): Se ubica en el centro de la corona y se enciende durante la Nochebuena o el día de Navidad.

Mientras las velas exteriores representan el tiempo humano y la historia de la salvación, la vela central rompe el círculo para simbolizar la llegada de la eternidad a nuestro mundo.

La cuarta vela del anillo exterior es, en la mayoría de las tradiciones litúrgicas, de color violeta. Su encendido representa la inminencia. Ya no miramos a los profetas lejanos, sino al anuncio directo del cielo.

• La Vela de los Ángeles: Teológicamente, esta vela recuerda a los coros celestiales que anunciaron "paz en la tierra". Nos invita a unir nuestra liturgia doméstica con la alabanza divina.
• La Vela del Amor: Frente a la esperanza, la paz y la alegría de las semanas anteriores, esta vela culmina en el Amor. Nos recuerda que la Encarnación es el acto supremo de amor de Dios hacia la humanidad (Juan 3:16).
• El llamado al servicio: En el ciclo litúrgico actual, esta vela se asocia con la Visitación de María a su prima Isabel. Nos enseña que la mejor manera de esperar a Jesús no es estando quietos, sino "saliendo aprisa" a servir al prójimo, tal como lo hizo la Virgen.

La verdadera culminación de la corona es la quinta vela, conocida como Christ Candle o Cirio de Cristo.

• Color Blanco: A diferencia de los tonos violetas de preparación, esta vela es blanca para simbolizar la pureza absoluta, la victoria sobre el pecado y la luz "sin mancha" del Cordero de Dios.
• Uso Litúrgico: Se enciende tradicionalmente en la cena de Nochebuena o en la mañana de Navidad.
• La Luz Completa: Al encenderla, no se apagan las otras cuatro. La llegada de Cristo no anula la historia ni la esperanza de los profetas, sino que les da sentido. Ver las cinco velas ardiendo juntas es el símbolo visual de la plenitud de la salvación.

Para vivir este momento en familia y combatir el estrés comercial de la temporada, se sugiere realizar este breve rito antes de la cena:

1. Ambientación: Asegúrate de que las tres velas anteriores (dos violetas y una rosa) ya estén encendidas.
2. Lectura Bíblica sugerida: Leer el Evangelio de Lucas 1:39-45 (La Visitación) o Isaías 9:2 ("El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz").
3. Oración para la cuarta vela (Vela del Amor):

"Señor, al encender esta vela de Amor, recordamos que Tú te hiciste pequeño para caber en nuestro mundo. Que, al igual que los ángeles cantaron sobre Belén y María corrió a servir, nuestros corazones se despierten del letargo. Disipa nuestro egoísmo y prepáranos un pesebre cálido en el alma para recibirte. Amén".4. Encendido del Cirio de Cristo (Para Nochebuena):

"Encendemos la luz de Cristo. ¡Aleluya! La espera ha terminado. Jesús es el centro de nuestra alegría y la fuente de toda paz. Que esta luz blanca brille en nuestra familia y nos guíe en el nuevo año".