VIDEO | ¿Que son los ''safaris humanos’’ en Milán? pagaban hasta 100 mil euros

Las autoridades italianas han abierto una de las investigaciones más macabras de los últimos años, sacando a la luz una red de lo que se ha denominado "safaris humanos". La Fiscalía de Milán sigue la pista de un grupo de ciudadanos que, según las denuncias y el documental que destapó el caso, no viajaban por placer turístico, sino que pagaban grandes sumas de dinero para acceder a zonas de conflicto y disparar con armas de fuego contra civiles indefensos.

Según los detalles oscuros revelados por la investigación, esta práctica de "turismo de guerra" permitía a personas adineradas trasladarse a zonas sitiadas —el caso se centra en el sitio de Sarajevo, aunque se procesa actualmente en Milán por la nacionalidad de los implicados—. Los "turistas" eran llevados a posiciones estratégicas de francotiradores y se les entregaban rifles de alta precisión.

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Lo más alarmante es que el objetivo no eran blancos de práctica, sino personas reales. Los testimonios indican que estos individuos disparaban a ciudadanos comunes desde la distancia, convirtiendo el asesinato en un entretenimiento exclusivo y macabro.

Uno de los puntos más escalofriantes de la investigación gira en torno a la monetización de la vida humana. Según los testimonios de testigos y exoficiales de inteligencia que han salido a la luz, existía un tabulador de precios para jalar el gatillo:

• El costo base: Los reportes señalan que los turistas pagaban miles de dólares solo por el acceso a la posición de tiro.
• El precio por víctima: La tarifa variaba dependiendo de a quién se le disparara. Matar a un adulto tenía un precio elevado, pero disparar a un niño costaba mucho más.
• El pago por el "trofeo": Se ha revelado que cuanto más vulnerable era la víctima, mayor era la suma que los organizadores exigían al "cazador", lucrando con la crueldad extrema de asesinar a menores de edad.

El caso ha explotado mediáticamente en Milán, ciudad desde donde presuntamente partían estos individuos bajo fachadas de ayuda humanitaria o viajes de negocios para encubrir sus crímenes. La justicia italiana busca ahora identificar a estos "francotiradores de fin de semana" que, amparados en su poder adquisitivo, acudían a cazar seres humanos con total impunidad.

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Este escándalo ha conmocionado a la opinión pública europea, cuestionando la naturaleza humana y exigiendo que estos crímenes de lesa humanidad no prescriban, a pesar del tiempo transcurrido desde el conflicto en los Balcanes.