Una imagen de cámara de seguridad, captada el 3 de abril de 2025, se convirtió en una pieza esencial para esclarecer el caso de las frambuesas envenenadas que terminaron con la vida de dos menores en Bogotá, Colombia, y mantienen a otra niña en estado crítico. La Fiscalía confirmó que gracias a la fotografía fue posible identificar y ubicar al repartidor que entregó el paquete involucrado en el crimen.
El repartidor confirmó cómo llegó el paquete a la vivienda
Durante su declaración ante las autoridades, el repartidor aseguró que el paquete le fue entregado por una amiga de Zulma Caterine, la principal sospechosa del envenenamiento. Según su testimonio, acudió dos veces a la residencia ubicada al norte de Bogotá: en la primera ocasión no recibieron el envío; sin embargo, retornó, cuando finalmente una de las niñas aceptó el supuesto obsequio sin imaginar el peligro.
El 5 de abril, apenas dos días después de haber ingerido el contenido del paquete, las niñas comenzaron a presentar síntomas severos. Una de ellas murió ese mismo día y la segunda, el 9 de abril. La tercera menor afectada ingresó a un hospital el 6 de abril y continúa luchando por sobrevivir.
Un joven que también probó las frambuesas mostró afectaciones leves, según el reporte médico.
De acuerdo con el informe de la Fiscalía, Zulma Caterine mantenía una amistad de dos décadas con la familia y tenía una relación sentimental con el padre de las niñas. Tras los hechos, la mujer abandonó Colombia rumbo a Argentina, motivo por el cual Interpol emitió una notificación de búsqueda internacional por homicidio y tentativa de homicidio.
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