¿Qué es un tulpa, el extraño ente mental que te puede acompañar a todas partes?
Desde la psicología, un tulpa se entiende como un fenómeno subjetivo.
Un tulpa es, en términos simples, una entidad consciente creada dentro de la mente de una persona. No es un fantasma ni una criatura física: es una construcción mental que, con práctica y atención, puede adquirir apariencias, recuerdos y una sensación de agencia propia para quien la creó.
Orígenes e historia de tulpa
El concepto proviene del budismo tibetano, donde “tulpa” (o sprul-pa en tibetano) describe formas mentales o manifestaciones creadas por yoguis mediante prácticas avanzadas de visualización. En las últimas décadas, la idea fue adoptada y transformada por comunidades en internet, fandoms y prácticas de ocultismo moderno, dando lugar a una subcultura dedicada a “crear” y hablar de tulpas.
¿Cómo funciona un tulpa?
Visualización y personificación: la persona imagina rasgos (voz, personalidad, recuerdos) y los “entrena” mediante conversaciones internas y ejercicios de imaginería.
Interacción continua: con el tiempo, el tulpa puede responder en la mente de su creador como si tuviera voluntad propia.
Sentido de presencia: muchas personas describen al tulpa como una voz o presencia interna separada de sus pensamientos habituales.
¿Es real? Perspectiva psicológica
Desde la psicología, un tulpa se entiende como un fenómeno subjetivo: una forma avanzada de imaginación activa o de disociación parcial —no un ser independiente en el mundo físico—. Para quien lo experimenta, sin embargo, la interacción puede sentirse viva y consistente. Estudios empíricos serios son limitados; la mayoría de la evidencia es testimonial.
Diferencias con otras experiencias
No es un amigo imaginario común: los tulpas suelen tener continuidad, autonomía percibida y una historia propia.
No es alucinación patológica por definición: cuando se integra sin deterioro funcional, suele diferenciarse de psicosis.
No es lo mismo que la posesión espiritual: su ámbito es interno y personal, aunque algunos lo interpretan espiritualmente.
Riesgos y consideraciones éticas
Salud mental: si la experiencia genera confusión, aislamiento o afecta la capacidad de funcionar, conviene buscar ayuda profesional.
Dependencia emocional: algunas personas pueden sustituir relaciones humanas por la interacción con un tulpa, lo que puede ser problemático.
Falta de regulación: la creación de tulpas en foros online no suele incluir orientación profesional; la información puede ser contradictoria o extremista.
¿Cómo se “crea” un tulpa?
Aunque no es un manual, las prácticas habituales que comunidades describen incluyen:
Decisión consciente: definir intención y límites.
Visualización: imaginar rasgos y una forma mental consistente.
Diálogo: mantener conversaciones internas para “entrenar” respuestas.
Persistencia: dedicar tiempo diario y registrar la evolución.
Advertencia: no sustituyas esto por terapia ni lo uses para evadir problemas reales. Si tienes antecedentes de problemas psicológicos, consulta a un profesional antes de intentar prácticas de este tipo.
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¿Por qué a algunas personas les atrae la idea?
Los tulpas ofrecen compañía personalizada, exploración de la identidad, práctica creativa y la posibilidad de dialogar con una “otra voz” que ayuda en toma de decisiones, creatividad o gestión emocional. Para algunos es una herramienta de crecimiento; para otros, un fenómeno cultural curioso.
Un tulpa es una construcción mental con la que algunos individuos logran entablar una relación estable y con aparente autonomía. Es un límite difuso entre imaginación, conciencia y experiencia subjetiva: fascinante, pero con matices. Si te interesa explorar esto, hazlo con cuidado, información confiable y, cuando corresponda, acompañamiento profesional.
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