El nombre de Andrés Filomeno Mendoza, conocido como El Monstruo de Atizapán, quedó marcado en la historia criminal de México como uno de los casos más aterradores.
Este hombre, originario de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, fue arrestado en mayo de 2021 luego de que las autoridades descubrieran en su domicilio restos humanos de al menos 19 mujeres, aunque se presume que sus crímenes pudieron extenderse durante más de tres décadas.
El descubrimiento que horrorizó a México
La captura de Mendoza ocurrió tras la desaparición de Reyna González, una mujer de 34 años que fue vista por última vez acudiendo a su casa. Durante las investigaciones, la Fiscalía del Estado de México realizó un cateo en su vivienda y halló restos óseos, ropa y pertenencias de múltiples víctimas, enterrados en el patio y escondidos en diferentes habitaciones.
Lo más perturbador fue la declaración de Andrés Mendoza, quien confesó que además de asesinar a sus víctimas, en algunos casos practicó canibalismo, consumiendo partes de los cuerpos antes de deshacerse de ellos.
¿Quién era El Monstruo de Atizapán?
Lejos de la imagen de un asesino serial convencional, Andrés Mendoza era un hombre aparentemente tranquilo, conocido en la colonia Lomas de San Miguel como “Don Andrés”. Era presidente de una asociación vecinal y ayudaba en actividades comunitarias, lo que le permitió pasar desapercibido durante años.
Sin embargo, detrás de esa fachada se escondía un criminal meticuloso, que seleccionaba a mujeres jóvenes y adultas como sus víctimas, atrayéndolas con engaños hasta su domicilio, donde cometía los asesinatos.
La investigación y el juicio
Tras su detención, las autoridades encontraron diarios escritos por el propio Mendoza, en los que describía con detalle sus crímenes, convirtiéndose en pruebas fundamentales para su sentencia.
En 2022, fue condenado a prisión vitalicia por el feminicidio de Reyna González, mientras que continúan las investigaciones sobre otras víctimas relacionadas con él.
El legado oscuro de un asesino serial
El caso de Andrés Filomeno Mendoza, El Monstruo de Atizapán, conmocionó a México y puso en evidencia la vulnerabilidad de muchas mujeres ante la violencia feminicida.
Su historia es recordada como una de las más escalofriantes en la criminología mexicana, al revelar no solo los actos brutales de un asesino serial, sino también las fallas en el sistema de justicia que le permitieron actuar durante décadas sin ser descubierto.
El caso de Lam Kor Wan, “El Carnicero de la Noche Lluviosa”